Hoy me he encontrado en la misma mesa en amena y prolongada charla, que comenzó con el aperitivo y las cervezas y terminó con café y algunas sesiones de Chivas12, con dos personas de mente lúcida y trayectoria profesional seria y competente. Los dos con puestos de responsabilidad en sus respectivas empresas y uno de ellos con cargo de director.
No, no ha sido en el bar de Lola, pero bien podría haber sido...
No, no ha sido en el bar de Lola, pero bien podría haber sido...
La conversación comenzó con Rajoy y su reforma laboral y terminó con las empresas, las partes de la empresa y las actitudes de esas partes, desde directivos hasta currantes de a pie pasando por los puestos intermedios. Luego la conversación derivó a la experiencia personal y a la pespectiva de una empresa en particular, pública para mas señas, donde trabajaba uno de ellos. En como variaba el funcionamiento de dicha empresa y de sus diferentes departamentos dependiendo de las virtudes y defectos de los responsables elegidos para dirigir esos departamentos, sobre todo teniendo en cuenta el criterio de elección seguido en la designación de los puestos de trabajo y las actitudes de los que ocupan unos puestos y otros.
Curiosamente las opiniones coincidían, aunque del director no se su filiación política, del otro contertulio si puedo decir que es socialista convencido y militante de antiguo. En lo de la reforma laboral el segundo criticaba abiertamente determinadas decisiones como la del despido y no hablaba bien de ninguna, el director, persona educada, no entró al trapo aunque sí coincidieron en que lo mas probable es que se iba a incrementar el número de parados, pero en lo relativo a la actitud de los trabajadores -sobre todo de los mas leyistas o espabilados que por otra parte son de los que solo miran por sí y para sí mismos, sin importarles nada la empresa y sin darse cuenta de que ellos son también la empresa- decía el director. Mientras el socialista apostillaba -algunos se conocen el convenio al dedillo y a los dos días te exigen hasta los calzoncillos (#frasecríticadebuencurrante)
Ahora que currar lo justo y a ser posible menos de lo necesario (coincidían los dos)
Actitudes parecidas de falta de voluntad, dedicación y responsabilidad por el trabajo, así como todo lo contrario, se daban a criterio de mis contertulios en todos los niveles de la empresa, que por su caracter de político-empresa además difculta por su complejidad una solución clara a problemas claros. Que la empresa y su equipo dependa del que encabece de turno el departamento político del que depende y que haya cambios continuamente ya es malo, que los cambios en el equipo de responsabilidad se basen en criterios de amiguismo político en lugar de en criterios profesionales es peor. Y que se pongan en el mismo saco al hacer los cambios las personas válidas y las que no valen ni para estar acostadas en desastroso.
Y es que una cosa es la empresa y otra la política, por muy política que sea la empresa.
No son cosas mías, son cosas que he oído a dos currantes de los de verdad, con buenas y prolongadas prácticas de empresa porque ambos llevan décadas en sus respectivas empresas y comenzaron desde abajo.
Son opiniones de currantes en un bar, que bien podría haber sido el bar de Lola.
Son opiniones de currantes en un bar, que bien podría haber sido el bar de Lola.
Si Perez Reverte fuese granadino diría sin rubor "-estamos en unos tiempos que son la polla" aunque como persona educada se cuidaría de que Lola no estuviese cerca de su mesa, para no ruborizarla.
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